sábado, 16 de agosto de 2008

El niño con el pijama de rayas

El niño con el pijama de rayas
John Boyne
2008. Salamandra, 217 pags.
Vale, de acuerdo, llego un poco tarde. Me he leído la edición 15ª. Ya avisé en la primera página del cuaderno que nedie esperara novedades. Mi idea es más un foro para hablar de libros y de la ciudad que lograr un cuaderno maravillos de exquisita crítica literaria.
Bueno. sobre el libro. Sólo me cabe un muy denostado calificativo: imprensionante.
Conoczco de un par de becerros que cuando cumplan unos años más se lo van a leer por dirección paterna. A veces me hacen caso en mis sugerencias literarias.
si me pongo a pontificar puedo chfar al que no se lo haya leído. Así, que si mi curioso lector no ha leído el libro que no continuen sus ojos paseándose por estas líneas.
Para mi, la gran moraleja del libro es que todos somos iguales. El final de Bruno viene a mostrar la fantasiosa ideología nazi: se creían capaces de distinguir científicamente a unos de otros.
Sobre este particular resultan abrumadoras las páginas que se dedican en Las benévolas a poner en solfa la antropología nazi. Páginas tremendamente educativas. Al igual que las del enfrentamiento político de bolchevismo y nazismo. Muy, pero que muy recomendables.
Por otra parte, qée delicadeza la del autor al mostrarnos el horror tras un dulce cuento infantil. Como si no ocurriera nada, Boyne va presentando lentamente, que no parsimoniosamente, el horror nazi. Pone en la boca de Bruno todas nuestras preguntas, inquietudes y nuestra falta de capacidad para razonar lógicamente ante lo que estaba ocurriendo.
En estas situaciones, la lógica infantil es más acerada que la del adulto. ¿Cuántas veces nuestros pequeños no nos han puesto frentea al espejo y lo que hemos visto reflejado no nos ha gustado nada? ¿cuántas veces, desde su lógica simple, que no simplista, no nos han hecho razonar sobre nuestros comportamientos ?

jueves, 14 de agosto de 2008

Me he perdido...


Hola. Me he perdido y no quiero encontrarme. Qué bien se está sin nada en qué pensar. Sólo leyendo -lo que te dejan-, vagando los oídos por la TV al fondo con las olimpiadas y tratando de "hacer playa bajo la nube". Por cierto, más de veinte años aquí perdido y la puñetera nube siempre en el mismo sitio, tan gris oscura como cada verano.

Tampoco debo quejarme demasiado, porque todos los años vengo a verla. Y, como caa verano, ponienod una talla más en la cintura. Tanto comer y tampoco ejercicio tiene estos efectos secundarios.

Os dejo una foto de ayer en la playa. Olas de dos metros y bandera roja a todo trapo.

¿os gustan las olas? a mí me encanta leer con el sonido del mar bramando al fondo y con poco de brisa que te trae alguna gota perdida con sabor a sal.

jueves, 7 de agosto de 2008

¿Por quién doblan las campanas?

Segundo comentario.
Autor: Ernest Hemingway.
Título: ¿Por quién doblan las campanas?
Colección grandes éxitos de Planeta, 1994, 413 páginas.
¿por dónde empezar? El libro es un mito por su censurada y prohibida -en España- versión peliculera. Creo recordar que con Gary Cooper como protagonista, pero no estoy muy seguro. Tampco la peli era para tanto.
La edición, una de los muchos libros heredados de mi madre, es francamente mala. Mal papel, mala letra y alguna que otra errata tipográfica que duele en los ojos. Vamos algunas b y v cambiadas de sitio.
Del libro, desde luego no es una novedad de 2008 y no creo que haya demasiado que comentar. Cuenta dos historias, una de guerra y otra de amor. La de guerra no es nada del otro mundo, más parece un macguffin de Hitchcock que una historia que el autor quisiera desarrollar.
A Hemingway le interesan más la emociones de los personajes, sus vivencias y cómo la guerra cambia a las personas. Por qué se combate y qué se busca. Los ideales perdidos. Cómo la revolución(es) termina(n) devorando a sus hijos.
La historia de amor, para mi gusto, queda un poco cursi. No encuentro un término más adecuado.
Lo mejor. Las descrcipciones de los toreros, los toros, las corridas, el miedo del matador. Tampoco aquí descubro Mediterráneo alguno.
La otra gran cualidad es presentar la guerra desde los dos lados. Algo que hoy en dia se echa mucho de menos. Tuvimos cuarenta años en los que los ángeles estaban en un lado y los demonios en el otro y, como buenos españoles, le hemos dado un pendulazo a la Historia y, de nuevo el maniqueismo nos ha llevado a ángeles y demonios sólo que cambiados de bando. Por incluir un poco de la actualidad de Sevilla en el cuaderno: se lo deberían leer Torrijos y Silva, no les vendría nada mal.
Hemingway presenta cómo angeles y demonios pululaban en todas partes. Aún más, algunos eran como Jano, con dos caras y la guerra los fue mutando hacia su versión peor.
Saltando un poco en el tiempo viene a ser parecido a lo Littlle. La guerra lo modifica todo, saca lo peor de nosotros.
el estilo de Hemingway es francamente bueno. Las decripciones magníficas. Demuestra que el tipo conocía bien al país y a sus aborígenes.
en fin. Muy recomendable si soportas el azúcar del amor. De guerra poca.

P.D. Dama, la parte de las venganzas te hará huir del libro. Piensa que se queda a un 50% del chivo.

martes, 5 de agosto de 2008

Las benévolas

Hola. Aquí va mi primer comentario.
Autor: Jonathan Littell.
Título: Las benévolas
Círculo de lectores, 2007, 991 páginas

El libro es difícil de describir sin destripar el argumento. Por empezar por algún lado avisaría que se hace duro de leer -más adelante hablaré del argumento-. Los párrafos son largos, densos. Las descripciones precisas hasta el extremo. Los personajes también disfrutan de magníficas descripciones. El vocabulario es muy rico, diverso y fluido. hay muy poco diálogo, casi todo es narrativa y descripciones.
El argumento es de sobre conocido, II Guerra Mundial, Rusia y las SS. Tranquilos, el autor no se refocila en la descripciones de torturas y de salvajadas efectuadas contra nadie. Todas las acciones de las SS están tratadas desde lejos, asépticamente, tal y como las ve el protagonista. Tal vez sea lo más terrible del argumento. La frialdad en la ejecución de las órdenes. Sin sentir ni frío ni calor. sin sentir NADA.
Hay algunas partes que sobran del libro. Éste no habría perdido nada si se eliminan, Me refiero a los sueños del protagonista cuando estuvo herido. Es como surrealista sin venir a cuento. en fin diez páginas pesadas en un libro exigente en su lectura.
Desde el punto de vista histórico, desmitifica esa idea que, sobre todo el cine, nos ha trasmitido de unas SS como paradigma de la organización. Aquéllo era un caos en el que cada cual hacia la guerra por su cuenta. Así les fue.
Otro problema de la lectura del libro es la enormidad de términos en alemán -idioma que desconozco-. En la edición que he leído han incorporado un glosario de términos para tratar de guiarte. hay momentos en los que me he perdido. Hay tal número de personajes, con cargos en alemán tan difíciles de retener que, a veces, te pierdes y hay que volver unas cuantas páginas hacia atrás para saber por dónde andas.
Hay cuestiones morales planteadas que te obligan a cavilar un buen tiempo. Por ejemplo, la que más me ha llamado la atención es sobre el concepto de culpa ¿quién era más culpable el que conducía el camión, el que vigilaba a los judíos o el que disparaba? no me refiero a los oficiales sino a los soldados. Te tocaba un puesto u otro por suerte o por predestinación (en este punto el autor es muy calvinista).
También plantea cuestiones sobre el juicio de Nuremberg, sobre los alidos y cómo se ve la guerra desde " el otro lado". Quienes son asesinos y quiénes no, sobre el antisemitismo europeo (que sigue candente y basta con ver el diferente tratamiento televisivo a los muertos palestinos y hebreros). sobre el juicio de la Historia. Este tema es apasionante. Lo dejaré para un poco más adelante y a ver por dónde salen los comentarios.

viernes, 1 de agosto de 2008

¿dónde perderme?


Hola, segunda entrada. Me he horrorizado con los fallos de la primera.
Lección número uno: hay que escribir despacio o bien tengo que aprender a editar mis propios comentarios. No sabía que era tan complicado.
En mis cuadernos preferidos hay una pauta común. A todos los autores les encanta poner fotos de su rincón favorito. Así que no quiero ser menos.
¡He sido capaz de subir la dichosa foto!.
Hay muchas pistas y es fácil de adivinar el lugar. Entre el cielo que hay y los colorines que aparecen..... Me he dado cuenta que no tengo fotos anónimas de mi rincón del vago -y del comilón- en las que no aparezca persona alguna, y un cierto anonimato tiene también su encanto.
Lo reconozco soy un traidor a los gustos sevillanos, pero qué se le va hacer. Como decía aquel, hay gente pa tó.
A propósito de gustos sevillanos. No soy un sevillita al uso. Reconozco que me pierde su Semana Santa, pero he tardado muchos años en pillarle el tranquillo y sólo de muy de lejos a la feria. No soy rociero. Mira que he intentado que me trasmita algo la imagen de la Virgen del Rocío, pero no hay feeling. Mi devoción heredada es Ella. La que está en... pero me pongo triste pensando en mi madre.
El próximo comentario será de libros. Avanzo el título "Las benévolas". Acojona y mucho