jueves, 7 de agosto de 2008

¿Por quién doblan las campanas?

Segundo comentario.
Autor: Ernest Hemingway.
Título: ¿Por quién doblan las campanas?
Colección grandes éxitos de Planeta, 1994, 413 páginas.
¿por dónde empezar? El libro es un mito por su censurada y prohibida -en España- versión peliculera. Creo recordar que con Gary Cooper como protagonista, pero no estoy muy seguro. Tampco la peli era para tanto.
La edición, una de los muchos libros heredados de mi madre, es francamente mala. Mal papel, mala letra y alguna que otra errata tipográfica que duele en los ojos. Vamos algunas b y v cambiadas de sitio.
Del libro, desde luego no es una novedad de 2008 y no creo que haya demasiado que comentar. Cuenta dos historias, una de guerra y otra de amor. La de guerra no es nada del otro mundo, más parece un macguffin de Hitchcock que una historia que el autor quisiera desarrollar.
A Hemingway le interesan más la emociones de los personajes, sus vivencias y cómo la guerra cambia a las personas. Por qué se combate y qué se busca. Los ideales perdidos. Cómo la revolución(es) termina(n) devorando a sus hijos.
La historia de amor, para mi gusto, queda un poco cursi. No encuentro un término más adecuado.
Lo mejor. Las descrcipciones de los toreros, los toros, las corridas, el miedo del matador. Tampoco aquí descubro Mediterráneo alguno.
La otra gran cualidad es presentar la guerra desde los dos lados. Algo que hoy en dia se echa mucho de menos. Tuvimos cuarenta años en los que los ángeles estaban en un lado y los demonios en el otro y, como buenos españoles, le hemos dado un pendulazo a la Historia y, de nuevo el maniqueismo nos ha llevado a ángeles y demonios sólo que cambiados de bando. Por incluir un poco de la actualidad de Sevilla en el cuaderno: se lo deberían leer Torrijos y Silva, no les vendría nada mal.
Hemingway presenta cómo angeles y demonios pululaban en todas partes. Aún más, algunos eran como Jano, con dos caras y la guerra los fue mutando hacia su versión peor.
Saltando un poco en el tiempo viene a ser parecido a lo Littlle. La guerra lo modifica todo, saca lo peor de nosotros.
el estilo de Hemingway es francamente bueno. Las decripciones magníficas. Demuestra que el tipo conocía bien al país y a sus aborígenes.
en fin. Muy recomendable si soportas el azúcar del amor. De guerra poca.

P.D. Dama, la parte de las venganzas te hará huir del libro. Piensa que se queda a un 50% del chivo.

1 comentario:

Reyes dijo...

Gracias por tu advertencia en cuanto a las venganzas.
Tenía el concepto muy alto de esta novela que comentas, sobre todo siendo su novela más vendida y sus propias experiencias en la guerra civil española, aunque conociéndole sólo de una novela escrita postumamente, concretamente la soporifera "París era una fiesta", no me extraña que pase un poco de puntillas por la tragedia entre ángeles y demonios.
A mí no me supuso ningún tipo de satisfacción lectora, salvo conocer sus memorias en los años de diversión sin fín por España y Francia.
Ahora sí, le alabo el gusto en cuanto a su amor por La Habana y los daikiris del Floridita...

Un besazo.